sábado, 22 de octubre de 2011

FRAGMENTO DE "LA PLAYA DE REBECA"


Este fragmento pertenece al capítulo titulado "La utopía de la igualdad":

Nos recostamos en el sofá, dando libertad a nuestras manos para acariciarse, mientras mi mente dejó todos aquellos pensamientos que me corroían para centrarse en aquel nuevo mar que iba a invadir nuestras mentes durante unas cuantas horas. Le indiqué que aquel mar era cálido, como muchos otros que había visitado, pero que éste llevaba tatuado en su historia todas aquellas andanzas de piratas y bucaneros que despertaron nuestra imaginación con apenas diez años. Sí, le iba a hablar del mar Caribe, del mar de los sueños, de los paraísos perdidos que se venden al precio de dos por uno en las agencias de viajes de cualquier ciudad europea. Ese mar en el que los sueños deben hacerse realidad, y en el que su indiscutible belleza natural se ha de fundir con la felicidad de los que allí viven. Quizá sea esto lo que nos quieran vender, sabiendo de antemano que sus paisajes no nos defraudarán, y dando por hecho que nuestro interés hacia sus gentes no irá más allá de un simple comentario con el camarero que nos sirve los daiquiris. Pero la realidad, como siempre, es otra. De todas formas, primero le hablé de todo lo bello, de sus increíbles playas atestadas de cocoteros, de sus ciudades coloniales llenas de vida y del carácter abierto y alegre de sus gentes, a pesar de todas las penurias por las que han de pasar.

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